Me dieron el cambiazo

El domingo por la mañana estaba dando un paseo con mis gemelos por el puerto de Cudillero, y esta era la pinta que tenía la mar. De momento no había viento y la mar tenía un buen oleaje para pescar unos sargos a boya a la marea de la tarde, y como me apetecía tomar un poco el sol y disfrutar del buen día, cuando volví a casa preparé la salida a una puesta próxima a Cudillero que viendo la mar que había por la mañana, calculaba que podría valer. Tenía gambas en el congelador y un bote de macizo en el garaje, más que suficiente para intentarlo. Así que despues de comer dejé la carrera de Formula 1 a medias, con la intención de ver lo que me quedaba a la vuelta, tras pasar la tarde en el pedrero.

Llegué a la puesta poco después de las tres de la tarde, con el sol pegando duro y la marea aún bastante baja, como podeis ver en la foto de arriba. La pleamar era a las 18:45, así que tenía tiempo para montar el aparejo con calma e ir preparando la calada tirando un rico macizo para tratar de atraer a los peces y aguantarlos en la zona de pesca, calculaba que no podría pescar antes de las 16:00, pero me quedé corto. Según iba subiendo la marea, la mar, en vez de ir a menos como anunciaban los partes que había mirado, fue creciendo en intensidad del oleaje, hasta el punto que sólo me dejaba calar, y malamente, durante las quedadas. Os dejo una secuencia de fotos de la marea subiendo para que podais ver el cambiazo que fue pegando la mar con la subida de la marea...

El pedrero a las 15:30, con poca agua aún para echar la boya y la mar con el oleaje justo

16:00 horas, poco a poco iba cogiendo agua y la mar aún aguantaba bastante buena

17:00 horas, ya tenía agua suficiente para pescar, pero el oleaje ya había crecido y lo ponía dificil.

18:00 horas y sin comentarios.... imposible echar la caña cuando entraban los trenes de olas...

18:45 horas, parece que vale, pero las olas comenzaban a formarse y a romper a mas de 50 metros, el agua "jabonosa" de la foto sale unos 30 metros por fuera de las piedras, y para pescar "bien" la boya tendría que estar bien pegada a ellas...

Pese a todo, en algunos momentos la mar se quedaba un poco y dejaba tirar la boya y aguantar en la calada unos instantes, cuando la mar trabaja así de mal es muy dificil que los sargos entren a comer francos a la calada, sobre todo si son zonas de poca profundidad como el pedrero que había escogido, y sabía que todas mis posibilidades pasaban por ir cogiendo algún sargo "al vuelo" por fuera de la linea de rompiente, por lo que monté un aparejo con una boya bastante grande que me permitiera lanzar esos metros de más necesarios para apartarse un poco de la orilla. 

Aunque la mar se iba poniendo más dura por momentos, seguí macizando con la esperanza de que las mismas olas que golpeaban con fuerza las piedras, fueran sacando el macizo y llevandolo a la zona donde echaba mi boya, para esta tarea aprovechaba las quedadas de la mar y hacia bolas lo más compactas posible para echarlas bien lejos, con la mar dura no tiene sentido tirar el macizo a los pies ya que los sargos no van a confiarse y entrar a comerlo si no pueden estar cómodos por el exceso de oleaje. Poco a poco fui localizando algunas zonas y piedras lejanas donde de vez en cuando pasaba algun pez, y a base de acercarles la rica gamba arrocera, alguno empezaba a venirse a tomar el sol conmigo....

La verdad que tuve bastantes picadas para lo mal que trabajaba la mar, lo malo de pescar en largo es que el agua siempre clarea más, y no pican con las mismas ganas que cuando consigues meterlos en la calada y se ponen "nerviosos" y tienen prisa por comer, en estos pedreros de poco calado, si se coge un día propicio y se conocen bien los sitios donde macizar y meter a los peces, podemos disfrutar de momentos de pesca espectaculares, con picadas claras casi de continuo que no dejan ni un instante para el aburrimiento. El punto negativo es que es complicado acertar con esos días, o más bien, que todos los factores se "encajen" para formar el puzle perfecto, la pesca en pedreros con poca agua es muy sensible, y si vamos con mar de mas o de menos para la calada, aunque la diferencia sea poca, los peces lo notan mucho y no pican igual de bien, o directamente, no pican. Os dejo un par de fotos de la calada en momentos en que la mar estaba bien guapa para pescar, lástima que los golpes de mar que dejaban el pedrero patas arriba cada vez que llegaban...

Si la mar hubiera aguantado así toda la marea... 

La anecdota de la tarde (siempre tiene que pasarme algo...) esta vez fue una soboga como un caballo de grande que me picó bien por largo y hasta que logré verla bien pensé que tenía un pepino de sargo o de lubina, estuve cerca de 5 minutos hasta que la arrimé a la orilla y vaya chasco, al menos me permitió poner a prueba un nuevo fluorocarbono que tenía ganas de exprimir a fondo, y vaya si dió la cara, me dejó muy buen sabor de boca  porque le apreté con ganas y lo aguantó todo, al final logré ponerla en seco encima de una piedra, y como estaba calando un poco alto y no me apetecía arriesgar la caña con ese pez, acabé dándole un tiron seco para romper y el pez acabó volviendo a la mar sin mayores daños, ya que tuve la suerte de que salió hasta el anzuelo. Menudo subidón que dan las piezas grandes a boya, aunque no sean lo esperado, jajajajaja...

Bueno, y al final, estos fueron los sargos que decidieron salir a tomar un poco el sol conmigo, a las 19:30 ya estaba saliendo por el pedrero y aún tuve tiempo de llegar a casa y ver la segunda parte de la carrera, el domingo había sido redondo pese a que la mar trato de darme el cambiazo y por la mañana me había enseñado una cara bien distinta. Tarde de solazo, unos sargos y encima Alonso ganando la carrera, que más se puede pedir...???? Un saludo y buena pesca...!!!!!