¿Quien es "El Pesquín"...?

Hace muchos años empecé a acudir al pedrero con mi padre en busca de pulpos, andaricas y otros manjares que la mar nos ofrecía. Un día le dije a mi padre que eramos pescadores, y él me dijo que no, que eramos PESQUINES. "¿Y cúal es la diferencia?" pregunté desde mi inocencia de niño de 7 u 8 años. "Los pescadores trabajan en la mar, necesitan pescar para ganar dinero, y tienen que hacerlo aunque no tengan ganas, o esté malo el tiempo. En cambio, los pesquines, vamos a la mar simplemente por afición, y no necesitamos coger peces para disfrutar y pasar un buen día de pesca. Podemos ir o quedarnos en casa si no nos apetece, elegir el tipo de pesca que preferimos practicar cada día, podemos soltar los peces cuando queramos porque no necesitamos venderlos para sacar el sueldo... ser pescador es un trabajo muy duro, pero ser un Pesquín es una suerte que te permitirá disfrutar siempre de la mar". Sirva esta reflexión como presentación y para anunciar lo que te encontrarás en este espacio, las reflexiones, relatos y comentarios de un "pesquin", ni más, ni menos...














viernes, 27 de marzo de 2015

De dominguero por Cudillero

Hola de nuevo amigos...!!!! el pasado domingo tocó salida relajada por casa después de comer, a pasar un poco la tarde al lado de la mar y desconectar unas horucas del resto del mundo.... el destino elegido, el puerto de Cudillero, el muro de abrigo que da al pedrero de la Corbera, un sitio muy cómodo y perfecto para una "varada relax", y que si las condiciones de mar acompañan, como fue el caso, no es raro prender algún peixe que nos pueda dar unos momentos de emoción.... no hay mucho más que contar, la verdad, estuve pescando a boya, con un poco de macizo mixto de anchoa y de bonito como enguado para tratar de atraer a los peces, y de cebo unas gambas que saqué del congelador y unas quisquillas que agarré en los mismos pantalanes del puerto con un truel, para que los peces tuvieran un poco más de menú donde elegir.... así que paso a compartir con vosotros unas fotos de la jornada, con bastante salitre ya que alguna ola que salpicaba de más rociaba un poco la puesta de vez en cuando, jajajajajajaja....
A la llegada al muro la mar tenía este aspecto, aún quedaban más de tres horas hasta la pleamar y había poca agua para echar el aparejo, pero no para ir macizando un poco, que siempre es buena cosa que los peces según vayan llegando encuentren comida fácil, así será muy probable que se queden por la zona y no se dispersen demasiado por el pedrero....
Aquí las incautas quisquillas que se dejaron prender por mi truel, no había muchas pero como sólo las necesitaba para ir cebando el anzuelo y también tenía unas gambas, me llegaron de sobra, los cangrejos al final simplemente se dieron un paseo porque ni los utilicé y al término de la jornada volvieron a ser libres....
Para los que no conozcáis la zona, éste es el muro desde donde se pesca, con el coche aparcado justo detrás, si alguien conoce algo más cómodo, que levante la mano, jajajajajajaja....
¡¡¡ Ahí va el primero... !!! Y es que si tenemos la paciencia de ir macizando un buen rato antes de echar la caña, es fácil que los peces vayan entrando a la calada poco a poco y como estarán comiendo tranquilos sin ver como pescamos a sus compañeros, son el mejor reclamo que hay, hace mucho tiempo me enseñaron que nada maciza mejor para los peixes que ver a otro congénere comiendo tranquilamente, sobre todo si es de la misma especie, así que no hay que tener prisa y es muy bueno dejar que el macizo vaya haciendo su trabajo y no echar la caña hasta que pase un buen rato....
¡¡¡ Cuidado que viene la ola...!!!! No merece la pena llevarse un susto por ningún pez, así que cuando la mar avisa, mejor hacerle caso y si hay que dejar la puesta y ponerse en un sitio más seguro, hacerlo sin tardanza, que la próxima ola puede ser más gorda y como mínimo darnos un buen remojón....
El pedrero casi a la pleamar, ya se han tapado todas las rocas, pozos y pasillos que se podían ver en la primera foto y los peces están en su salsa, buscando alimento en todas esas zonas que ha inundado la marea alta, el oleaje no asusta a peces como los sargos y las lubinas, y oxigena las aguas y les da más vida si cabe, y a nosotros como "pesquines" las olas también nos ayudan a esconder el engaño y que a los peces les cueste más ver el sedal o el anzuelo...
Y como de costumbre, la foto final es para los peces que se vinieron a casa conmigo al terminar la jornada, media docena de sargos muy peleones que me lo hicieron pasar en grande con sus intentos de escapada (de hecho hubo alguno más que se soltó del anzuelo y uno bien gordo consiguió romperme el bajo de 0,21 con el que estaba pescando...) y que fueron un excelente resultado en relación al poco esfuerzo que hice para lograrlos... a ver si la próxima salida es, como mínimo, igual de buena y divertida.... un saludo y buena pesca...!!!!!

viernes, 20 de marzo de 2015

Escenarios de pesca en la mar: Pedreros y Acantilados

Comenzaremos este paseo con la cara más agreste y salvaje de nuestras costas, allí donde cuando la mar se enfada se pelea a muerte contra las rocas. Y es que las rocas, pasillos de piedra, paredes, islotes, etc. son elementos fundamentales de este paisaje. Aunque existen diferencia entre lo que yo llamo “pedrero” o “acantilado”, que determinan también distintas maneras y posibilidades a la hora de pescar, tanto en especies, como en técnicas y momentos. Simplificando, un pedrero es una zona con poca profundidad, que según sube y baja la marea se va llenando o vaciando de agua y que obliga a los peces a desplazarse horizontalmente con el agua tanto para acercarse a la orilla a alimentarse, lo que suelen hacer durante la subida de la marea, como para buscar profundidad y no quedarse en seco, que ocurre cuando la marea va bajando. En cambio, en los acantilados la profundidad es mayor y los desplazamientos de los peces son mas verticales, imaginad una pared en la que la marea va subiendo y bajando, como siempre hay más o menos calado, los peces no tienen el riesgo de quedarse sin agua, y se pueden mantener casi en el mismo sitio durante toda la marea, aunque dependiendo de los puntos de marea y condiciones específicas de cada sitio, en unos momentos será más fácil localizarlos en unos puntos que en otros, eso sólo lo aprenderemos a base de experiencias propias o que otros pescadores compartan con nosotros. 
Una zona típica de acantilado, si continuamos bajo el agua la linea imaginaria de la costa vemos como se alcanzan buenas profundidades a poca distancia de la pared
Conocida esta diferencia de calado entre estos dos escenarios a priori similares, se pueden ir deduciendo otras ideas que nos ayudarán en nuestra tarea como pescadores. En general, en los acantilados podemos pescar en cualquier punto de marea, ya que siempre contaremos con una generosa cantidad de agua en su base donde pueden estar los peces, y no tiene tampoco mayor importancia que se trate de mareas vivas o muertas, a nivel personal incluso me gustan más las mareas pequeñas para este tipo de escenarios ya que minimizan las corrientes y si conseguimos meter a los peces en una calada, podemos pescar durante más tiempo ya que la subida y bajada de la marea es mínima y las condiciones de rompiente y calado se mantienen muy similares durante horas. En cambio en los pedreros los mejores momentos suelen coincidir siempre cuando hay bastante agua, momento que los peces eligen para acercarse a la orilla a buscar alimento y cuando su actividad suele ser mayor. Aquí si que se nota la influencia de las mareas vivas mucho más que en el acantilado, ya que hay zonas con muy poco calado y en las que sólo entra pescado cuando la marea está muy muy arriba, o por el contrario, también podemos encontrar otras zonas que si la marea sube demasiado se vuelven peligrosas, tanto por la mayor posibilidad de que las olas nos salpiquen, como por cierres inesperados de la marea al cortarnos el paso por el pedrero. El pedrero exige un mayor conocimiento en este sentido, ya que en muchas ocasiones pescaremos casi a nivel de la mar, encaramados en rocas cercanas al agua, y hay que tener siempre cuidado con posibles cambios de mar que pueden convertir un sitio que a priori es seguro en todo lo contrario. La prudencia es algo que siempre tenemos que llevar por duplicado, tanto en la mochila como en el chaleco….

Dos imágenes del mismo pedrero con sólo un par de horas de diferencia, podéis ver como con la subida de la marea el agua va ocupando cada vez mayores espacios y como se cubren y descubren pasillos, pozos y rocas 
En general, se podría decir que la pesca de acantilado es más “sencilla” que la del pedrero. En el acantilado, cuando conocemos las condiciones ideales para una puesta, casi siempre podemos pescar con un poco más o menos mar de la ideal, y tampoco nos impedirá echar la caña que la marea sea un poco más grande o pequeña de lo que consideramos “perfecto”, y en muchas ocasiones basta con buscar unas condiciones parecidas para pescar más o menos bien. En cambio en el pedrero hay muchos sitios (casi siempre los mejores…) que tienen unas exigencias muy concretas en lo referente a estado de la mar y amplitud de la marea, y pescarlos saliéndonos de ese guión implica que los peces no entrarán a la calada confiados y con ganas, y podemos llevarnos una tremenda decepción donde unos días antes hicimos una gran pescata….
Zona de acantilado con islotes cerca, que sirven de refugio a los peces y originan rompientes y corrientes en sus inmediaciones
Y ya que intentaremos engañar a los peces utilizando su apetito…. ¿qué comen los peces en pedreros y acantilados…? Aquí también hay sutiles diferencias que debemos tener presentes si queremos hacer las cosas bien…. Empezando por los acantilados, las paredes más o menos verticales y batidas por las olas son el reino indiscutible del percebe, un manjar muy apreciado por los sargos, por ejemplo. También encontraremos fácilmente otros animales pegados a las paredes, como mejillones y lapas, es un alimento “permanente” y que siempre está ahí, y los peces lo saben, por supuesto, aunque se trata de alimentos difíciles de comer, con duras cáscaras o pegados muy firmemente a la piedra, por lo que si hay alimento más fácil de conseguir en otros sitios, los peces lo preferirán, no lo dudéis. En el pedrero también encontraremos percebes, mejillones y lapas, pero hay una diferencia muy importante….. y es que los pedreros tienen un “ciclo de la vida” mucho más marcado, según las estaciones del año…. En invierno las marejadas arrancan todas las algas, las aguas se enfrían y hay muy poca “vida” en el pedrero, es como si un cataclismo arrasa una ciudad y solo quedan escombros…. Llega la primavera, las aguas comienzan a calentarse, las marejadas ya son mucho menores, y comienza de nuevo a florecer el pedrero… empiezan a llegar las algas y pequeños habitantes, como quisquillas, cangrejos, gusanos y pulgas de mar, manjares para los peces y mucho más sencillos de comer que los alimentos “con cascara” que mencionaba antes… durante el verano se produce el esplendor de las algas, las aguas están calientes, la mar en calma y hay mucho sol, así que las algas proliferan, y dan cobijo y alimento a los animales que mencionábamos antes y a muchos pequeños peces…. Con el otoño llegan las primeras marejadas y empiezan a arrancar algas, y muchos pequeños animales empiezan a tener dificultades con el oleaje y ya no encuentran tanto cobijo como durante el verano, por lo que es el momento perfecto para muchos peces “grandes” para alimentarse de ellos…. Hasta que volvemos al invierno y una nueva “destrucción” del pedrero…. Tener este ciclo presente es fundamental a la hora de acercarse a cualquier pedrero, porque no tendrá la misma cantidad de alimento en enero que en septiembre, y los peces siempre buscarán la comida más fácil que tengan a su alcance y que menos energías les exija para conseguirla… en enero hay mucha más cantidad de alimento “pegado” a las piedras y acantilados, y en septiembre será mucho más sencillo encontrar alimentos “blandos” como quisquillas o cangrejos, y los peces lo saben por la cuenta que les trae….
Percebes bien pegados a la roca, un manjar para los sargos y otros peces, pero difíciles de arrancar
Ahora que ya conocemos estos escenarios, digamos algo de los peces más comunes que los habitan…. Aquí empezaremos por el pedrero, donde hay un reinado compartido entre los sargos y las lubinas. Los primeros son peces perfectamente adaptados a la vida entre las olas y les encantan las rocas, cuevas, pasillos y demás elementos del paisaje de cualquier pedrero, así que se encuentran muy a gusto en estas zonas. Y las lubinas, pues más de lo mismo, les encanta cazar peces y otros animales en zonas de poco calado y con rompientes que les permitan esconderse entre la espuma de las olas, y sorprender a sus presas que poco pueden hacer ante su fuerza y capacidad para moverse entre las olas más grandes… también abundan otros peces, como los “botones”, “maragotas” y “xarrianos”, que gustan de menos oleaje que los que mencionaba antes y suelen gustar de moverse un poco más cerca del fondo y de las piedras y cuevas donde les encanta guardarse. En las cuevas también son frecuentes los congrios, aunque sus hábitos son sobre todo nocturnos y lo que tiene de habitual su captura por la noche, lo tiene de extraño durante el día. Otros peces habituales en casi cualquier pedrero son los “muiles”, las agujas y las bogas, sobre todo si vamos a pescar a boya y la mar está más o menos tranquila, y si pescamos a fondo, el abanico se amplía con peces como las julias o incluso algún delicioso cabracho o pulpos…. Si nos desplazamos a los acantilados o zonas con un mayor calado, el abanico de especies se amplía, pudiendo lograr ejemplares tan apreciados como dentones y doradas, que son muy raros en pedreros con poco calado. Si pescamos a boya tampoco es raro clavar obladas, chopas, abadejos o chicharros, mientras que si lo hacemos a fondo, dado que será facil alcanzar profundidades importantes, ya nos puede entrar casi cualquier cosa, aunque se pueden destacar las brecas o “picas”, aligotes e incluso cabras, peces que son muy habituales en la pesca de embarcación fondeada. Seguro que se me olvidan muchas más especies, aunque todas las que he nombrado ya hacen un repertorio bastante completo y nos pueden dar una idea de lo que podemos encontrarnos al otro lado del anzuelo cuando tengamos una picada…
La lubina, el sargo y las maragotas ("pintos" o "botonas") son tres de los peces más apreciados que podemos encontrarnos habitualmente si pescamos en acantilados y pedreros
MODALIDADES DE PESCA:
      a) pedreros: se me ocurren 4 modalidades de pesca distintas que son idóneas para este escenario, así que vamos a por ellas:
            -- Pesca del pulpo en bajamar con varas cebadas, y también podemos aprovechar ese momento en el que la marea se retira al máximo para aprovisionarnos de cebo que emplearemos cuando suba la marea: quisquillas, cangrejos, gusanos….
            -- Spinning: para mi gusto, el escenario ideal para pescar lubinas con cebos artificiales. Podemos practicarlo tanto en bajamar, accediendo a las zonas que va descubriendo la marea al retirarse, como a pleamar pescando desde las rocas donde nos permita la marea lanzar y recoger el señuelo con seguridad. Debemos buscar zonas muy batidas por la mar, canales de paso de pescado, grandes rocas aisladas, cortes con pozos profundos y cualquier sitio donde pueda estar agazapada la lubina a la espera de lanzarse a por una presa. También puede sorprendernos algún dentón o abadejos si la zona donde pescamos tiene cerca bastante calado, y con poco oleaje podrán picarnos también peces como maragotas, botones y agujas.
            -- Pesca a fondo: también podemos practicarla tanto en bajamar como a pleamar. Contamos con el problema de que son muy frecuentes los enganches en algas o piedras del fondo, pero si conocemos los puntos donde podemos lanzar el cebo sin enganchar demasiado, podemos obtener muy buenas piezas, contando con la ventaja de conseguir colocar el cebo a gran distancia si es necesario.
        -- Pesca a boya: no lo negaré, la pesca a boya en pedreros a poco calado es una de mis favoritas. Se trata de intentar congregar a los peces que avanzan por el pedrero mientras sube la marea en una zona determinada y pescarlos antes de que la marea vuelva a retirarse y se los vuelva a llevar lejos otra vez. El macizo o enguado ayuda mucho para esta tarea, y cuando se hacen bien las cosas y los peces están por la labor, es apasionante verlos subir a cebarse en la calada cuando echas el macizo al agua, es la señal perfecta de que por debajo hay mucha “competencia” y están muy excitados porque temen que no haya comida para todos, y en esas circunstancias las picadas se producen una detrás de otra… para hacer las cosas bien, debe usarse una boya lo más pequeña posible en relación a lo que nos pida la calada y la mar de ese día, y como pescaremos con dos o tres metros de calado como máximo, el plomo en el aparejo también debe reducirse al máximo, o incluso pescar sin él si nos lo permite la mar, esta manera de pescar es mortal si tenemos alguna lubina en la calada ya que el cebo se mueve al compás de las olas con total naturalidad y aunque esté a pocos centímetros de la superficie, si lo detecta tratará de comérselo sin dudarlo un instante, y los sargos también suben a por el cebo sin ningun problema ya que hay poca profundidad y lo detectan enseguida…
Bajamar en el pedrero. Cuando suba la marea todas las sierras y piedras que se ven estarán cubiertas de agua y los peces nadarán por encima en busca de cualquier alimento que llevarse a la boca...
b) Acantilados: aquí hablaré de dos modalidades que comparten reinado, más una tercera que si bien se practica mucho menos, puede sorprendernos con capturas inolvidables….
                  -- Pesca con plomo: suele ser más agradecida y menos sufrida que la del pedrero, tanto porque la variedad de especies a capturar a priori es mayor, como porque hay muchos acantilados con fondos de arena en su base, por lo que las posibilidades de enganchar el aparejo en el fondo se reducen bastante. Podemos intentar el lanzado a fondo tradicional, a más o menos distancia, o bien pescar con un plomo más pequeño “a pique” y muy cerca de la pared del acantilado, buscando sobre todo en este caso a los sargos que sin duda estarán comiendo pegados a la pared, aunque sin descartar la presencia de otros peces como pueden ser lubinas o doradas entre los más prestigiosos, no olvidemos que tenemos cerca siempre un buen calado y puede sorprendernos casi cualquier cosa…
                  -- Pesca a boya: aquí podemos pescar casi de cualquier manera y con cualquier mar. A mi la pesca que más me gusta en estos escenarios es en condiciones de bastante mar, cuando las olas azotan con fuerza las rocas y arrancan mejillones o percebes que los peces estarán esperando para alimentarse. En estas condiciones necesitamos una boya mediana o grande y un aparejo bastante largo, de unos 4 o 5 metros de largo o incluso más, con bastante plomada cerca del anzuelo para que se mantenga el cebo siempre por debajo de las olas, en la zona más tranquila donde estarán los peces un poco al resguardo y esperando a que les vaya cayendo el alimento desde arriba. En condiciones de mar bastante fuerte podemos lograr así sargos de gran tamaño que pondrán a prueba nuestra pericia para conseguir lograrlos, pero que nos dejaran un recuerdo inolvidable. 
                  -- Spinning: en las zonas con buen calado como son los acantilados contaremos con la ventaja de que será más difícil dejar señuelos enganchados en el fondo, por lo que podemos utilizar una variedad de artificiales muy grande, tanto modelos de superficie como los que pueden bajar muchos metros, de hecho en ocasiones los peces se pueden encontrar a varios metros de profundidad y deberemos utilizar señuelos que puedan bajar hasta ellos si queremos tener éxito y conseguir alguna captura. En este escenario, además de la lubina, podemos tentar a otro pez excepcional como es el dentón, cuya defensa una vez enganchado no nos dejará indiferentes… 
¿¿¿ Pedrero o Acantilado ??? ..........
Por último sólo quiero comentaros que muchas veces encontraremos escenarios que entremezclan las zonas de poco calado típicas de los pedreros, con paredes más verticales y con más calado en su base que encajan mejor en la definición que hemos ido dando de acantilado, y es que en la pesca ni todo es blanco ni negro, hay muchos tonos de grises intermedios y si queremos obtener los mejores resultados y hacer las cosas bien, debemos tener presente todo lo que os he comentado más arriba, pero sin olvidar que tenemos que adaptarnos a la calada y las condiciones del día de pesca elegido. Es muy bueno aprender muchas cosas, pero sin olvidar nunca que "desaprender" e improvisar es otra manera de crecer como pescadores.... espero que os haya gustado este "rollazo" y que podais sacarle algún partido en vuestras  próximas excursiones y salidas tras los peces, un saludo y muy buena pesca...!!!!!

viernes, 13 de marzo de 2015

Comienza la temporada...!!!!

Hola de nuevo amigos, este próximo domingo se inicia la temporada de pesca fluvial en Asturias, aunque para variar voy a hablar una vez más de pesca en la mar, parece que la primavera ya quiere ir asomando y se pueden ir organizando salidas de pesca para disfrutar del sol, de la mar, de la compañía de los amigos, y de los peces.... hace un par de semanas nosotros hicimos una escapada por la zona central de Asturias, era un domingo con fuerte viento del oeste y mar de unos 2 metros y buscamos un resguardo detrás de un cabo, y aunque conseguimos librarnos del molesto aire, también nos fuimos quedando sin oleaje a medida que subía la marea, y es que muchas veces es imposible tenerlo todo a favor, aunque siempre se intenta...
Bajando por el monte ya vimos que el agua no tenia mal color para la pesca, y que podía servirnos para sacar algún sargo, que aunque no fueran muy grandes, con los equipos más ligeros de lo habitual que llevábamos seguro que nos podrían dar buenos momentos de disfrute, ya buscaríamos la pelea con los "perrones" cualquier otro día que las condiciones fueran más idóneas para ellos....
En esta esquina fue donde salió la mayoría del pescado, normal, se aguantaba muy bien el macizo y cuando movía un poco la mar hacía algo de espuma que siempre viene muy bien para ocultar el engaño a los peces, pescamos con boyas pequeñas plomadas, bajos de linea de 0,18 y 0,20 y poco plomo en el aparejo, para tratar de ofrecer una presentación lo más natural posible del cebo y vencer los recelos de los siempre esquivos y exigentes sargos....
Recuerdo que tuvimos un día excelente en lo meteorológico, con temperaturas de 17-18 grados totalmente impropias del primer día de marzo, seguro que eso también animó a los peces a comer, aunque nos picaron mucho mejor a primera hora de la mañana, que había un poco más de mar, cuando llegó la pleamar del mediodía ya se habían movido de sitio y no había manera de tener una picada, así que tocaba recoger, un vermout en Cudillero y para casa....
Teníamos unos bajos por delante de la calada que movían un poco de oleaje alrededor de ellos de vez en cuando, pero aún así seguro que con un poco más de altura de ola hubiéramos pescado algo más de tiempo, aunque tampoco hay queja, siempre es un gustazo volver a la mar después del invierno, cuando van mejorando los días y la pesca dominguera es el mejor regalo después de una semana de trabajo y responsabilidades...
Aquí tenéis la caña que usé para la ocasión, una Hoshi Sendai de 7 metros con anillado de puente alto, sedal amarillo en el carrete para verlo mejor cuando se acerca a las piedras y no perder demasiadas boyas, para pescar sargos la mayoría de las veces hay que arrimar el aparejo a la piedra que es donde estarán comiendo, si la boya se sale fuera de la calada será más fácil que nos piquen bogas, agujas y otros peces, que también sirven para pasar el rato cuando fallan los sargos....
Y aquí la foto final de rigor con los peixes de la mañana, como podréis ver si miráis la mar detrás mío, el oleaje ya brillaba por su ausencia así que era la hora perfecta para irse a tomar una cervecita al puerto y comentar los detalles de la jornada con los amigos, mientras que ya vamos pensando en la próxima.... seguro que esta temporada va a ser de las buenas en cuanto a pesca, es un presentimiento que tengo que ojala que se cumpla y que lo disfrutemos todos.... Un saludo y buena pesca...!!!!

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